sábado, 26 de junio de 2010

Polybius


HOY QUIERO PLATICAR SOBRE UN JUEGO QUE HA CAUSADO MUCHA INQUIETUD EN MIS INVESTIGACIONES SOBRE EL CONTROL MENTAL. Ya lo probé, lo jugué y lo estudié. Las reacciones son: mareo, nerviosismo y desorientación. Asi que si son sensibles a estos síntomas no lo jueguen. MÁS ABAJO PONGO EL LINK DE DESCARGA (listo para jugar).


La historia de este juego comienza en 1981, lugar Portland E.U.A, este juego producía efectos devastadores a los jugadores tales como locura, estrés, y horribles pesadillas, al parecer por este experimento supuestamente llevado a cabo por el, cómo no, Gobierno de los Estados Unidos en plena "Guerra Fría". Poco tiempo después de su lanzamiento, el juego desapareció sin dejar rastro.

El juego consistía en una combinación de luces y gráficos vectoriales estroboscópicos, con mensajes subliminales incluidos. En este sentido era similar a la recreativa “Tempest”, lanzada por Atari un año antes.


En el juego manejábamos una nave, aunque no era la nave lo que se movía, sino la pantalla, que podíamos girar con el único mando disponible. Esto, unido a los vistosos gráficos vectoriales y un sonido sintetizado muy superior al de otros arcades de la época, convertía a la recreativa en todo un logro técnico tremendamente adictivo, según aquellos que la probaron.

No obstante, sus efectos eran demoledores en el subconsciente humano: brotes epilépticos, mareos, pérdidas de memoria, nauseas, alucinaciones, e incluso terribles pesadillas. Hay quien habla incluso intentos de suicidio propiciados por los supuestos mensajes subliminales del juego, e incluso algunos aseguraban ver caras demoníacas al mirar indirectamente la pantalla de juego que desaparecían al fijar la mirada, oían voces inteligibles, gritos aterradores, quejidos de dolor o pánico y hasta voces femeninas diciendo entre sollozos frases como: “¿por qué me haces daño?”.También aseguraban ver caras fantasmales por el rabillo del ojo recorriendo la pantalla del juego a una velocidad casi imperceptible, así como mensajes que instaban al suicidio o al asesinato, tales como "Kill Yourself (mátate), "No Imagination" (sin imaginación) "No Thought" (no pienses), "Conform" (conformate) "Honor apathy" (sin honor) "Do not question authority" (no cuestiones a la autoridad) o "Surrender" (sométete) entre otros. Muchos afirman haber oído voces y lamentos entremezclados con el fortísimo y confuso sonido del videojuego.


La máquina era enormemente adictiva al principio, pero al poco tiempo despertaba en el jugador un odio irracional hacia la misma. Cuanto más se jugaba, más se generaba en el jugador un odio atroz hacia la máquina y al mismo tiempo, la capacidad de recordar en qué consistía o cómo era el juego disminuía, hasta el punto de que el jugador prácticamente no llegaba a recordar nada del mismo.

El nombre de la supuesta compañía creadora del juego era de por sí una advertencia: Sinneslöschen, un vocablo alemán que podría traducirse como “pérdida de memoria” o “inhibición sensorial”. No obstante, hurgando un poco más encontramos que el juego fue programado por Ed Rottberg, un empleado de Atari creador de “Battlezone”.


Otros relatos dicen que la máquina regalaba créditos de vez en cuando para atraer la atención de nuevos jugadores. Algunos dueños de salones recreativos de la época cuentan que era frecuente ver a señores trajeados de negro supervisando y controlando el estado de la máquina, tomando notas en sus libretas y hablando con los jugadores sobre su experiencia. Esto acrecentó la sospecha de que la máquina pertenecía al gobierno estadounidense. Un par de testigos aseguraron que estos señores se habían olvidado de salir del menú de opciones y que cuando miraron a la pantalla contemplaron atónitos como habían en los mismos parámetros tales como pesadillas, terrores nocturnos, amnesia o alucinaciones auditivas y mensajes subliminales.


Por aquellos tiempos se creía que Atari tenía contratos secretos con el gobierno y que la supuesta compañía alemana Sinneslöschen no era más que una empresa fantasma bajo la que se escondía la propia Atari. Una tapadera para enmascarar un experimento secreto llevado a cabo por el gobierno sobre el sector más joven de la población.

Todo acabó tan súbitamente como había empezado. Transcurrido tan solo un mes desde la colocación de las máquinas, ocurrió la tragedia. Un niño de apenas 13 años murió de un ataque epiléptico mientras jugaba al juego. Al día siguiente, empleados de la compañía, vestidos como siempre de negro, acudieron a todas las salas en donde se había instalado el juego y desmantelaron todas las unidades, haciéndolo desaparecer para siempre.


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